“Mi hijo no quiere estudiar”: Qué hacer para motivarlo
“¡Socorro! Mi hijo no quiere estudiar”. “Estoy desesperada”. “¿Qué puedo hacer para motivarlo?” Estas y muchas otras frases se escuchan habitualmente en los padres de hoy en día. Los niños y adolescentes están perdiendo el interés por sus estudios y los progenitores buscan la forma de recuperarlo.
Por suerte para tu hijo, tú ya has decidido actuar. Respira, no estás solo. Los profesores también se enfrentan a la misma situación que tú. Por lo que haz equipo con ellos y consigue motivar a tu hijo para estudiar. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo nuestro artículo.
Contenido
- 1 Lo fundamental
- 2 ¿Por qué mi hijo no quiere estudiar?
- 3 Todo lo que debes saber para motivar a tu hijo a estudiar
- 3.1 Motivación, ¿qué es exactamente?
- 3.2 Conoce a tu hijo: Enlaza sus fortalezas e intereses con su motivación para estudiar
- 3.3 Utiliza la motivación externa de manera correcta
- 3.4 No lo olvides, el refuerzo positivo es la mejor motivación para tus hijos
- 3.5 Buscar razones para estudiar ayuda a la motivación
- 3.6 Hazte la pregunta de oro: ¿los castigos motivan para estudiar?
- 3.7 Establecer metas para los hijos que no quieren estudiar
- 3.8 Dos ingredientes esenciales para motivar a tu hijo a estudiar: disciplina y perseverancia
- 3.9 Haz equipo con sus profesores para motivar a tu hijo
- 4 Resumen
Lo fundamental
- Si tu hijo no quiere estudiar, se puede deber a diversas causas. Es conveniente conocer si su desmotivación se debe a problemas en casa o en la escuela. O bien una baja autoestima le he llevado a la apatía y al desinterés.
- A continuación, se debería empezar a reforzar su motivación para estudiar. Para ello, el objetivo es que el niño quiera estudiar para aprender. Se puede conseguir con apoyo y confianza.
- Nuestros hijos necesitan una motivación externa para querer estudiar. Están acostumbrados a la recompensa rápida de Internet. Todo ocurre muy rápido. Por el contrario, las recompensas en el estudio requieren tiempo y esfuerzo.
¿Por qué mi hijo no quiere estudiar?
¡Ay! Tu precioso retoño ha crecido y ha perdido el interés por los estudios. Obviamente, te preocupa y quieres poner remedio. En primer lugar, se debe averiguar los motivos que le han llevado a negarse a estudiar. Sigue leyendo para saber cuáles pueden ser.
Baja autoestima por dificultad con las asignaturas
En ocasiones, los niños pueden encontrar problemas para entender una o varias asignaturas. Más aún, notar que es complicado seguir el nivel de los compañeros de clase puede hacerle sentir inferior y menguar su autoestima (1). Como consecuencia, el niño se niega a estudiar para no enfrentarse a sus malos resultados.
¿Estáis pasando una situación familiar complicada?
Aunque los niños no entiendan del todo los problemas en el hogar, sí que se ven influenciados por ellos. Ya sea la enfermedad o la muerte de un familiar, o incluso el divorcio de los padres afecta al rendimiento escolar (2). Incluso como un acto de rebeldía o de llamada de atención, el niño puede negarse a estudiar.
¿Puede tu hijo estar sufriendo bullying?
Tanto los acosados como los acosadores empeoran su rendimiento escolar. Pudiendo llegar a una apatía para aprender (3). Esto es debido a que no ven un futuro positivo. Si tu hijo no quiere estudiar, ni ir al colegio o instituto, habla con sus profesores. En caso de ser necesario, se recomienda acudir a la consulta de un profesional.
¿Tu hijo ha perdido la motivación para estudiar?
La desmotivación por los estudios se está sintiendo en muchos países. Los niños crecen y se plantean por qué tienen que estudiar. Sienten el estudio como una obligación, no como un derecho que ha costado mucho esfuerzo conseguir.
Muchos profesores piensan que las materias a estudiar no están conectadas a los intereses de los alumnos. También influye la recompensa rápida, que se obtiene con las nuevas tecnologías y la caída del valor del esfuerzo en nuestra sociedad (4).
Los premios y los castigos han dejado de funcionar
Tu hijo estudiaba para evitar ser castigado. O bien, para conseguir un regalo material. Y ahora ya no le motiva para estudiar. Esto es debido a que los estímulos que antes le movían a sacar buenas notas, han acabado con sus ganas por aprender (5).
Todo lo que debes saber para motivar a tu hijo a estudiar
Una vez que se han identificado los motivos de tu hijo para no querer estudiar, ¡es hora de encontrar la solución! A continuación podrás leer diferentes consejos para motivar a tu niño. No es necesario seguirlos todos. Es mejor ir poco a poco e irlos adaptando a vuestra situación. ¿Empezamos?
Motivación, ¿qué es exactamente?
La motivación es aquello que nos mueve a hacer algo. ¿Qué es lo que te hace ir a trabajar todos los días? Seguramente, no siempre te nacen las mismas ganas. Aun así, lo sigues haciendo.
Hay dos tipos de motivación:
- Extrínseca: Las fuerzas que nos mueven son externas a nosotros. Son los castigos y recompensas (6).
- Intrínseca: Las fuerzas que nos mueven provienen de nuestro interior. Son nuestros propios deseos e intereses (6).
Ciertamente, lo ideal es que nuestro niño tenga una motivación intrínseca.
Para conseguirlo, se puede empezar desde la motivación extrínseca. Para, poco a poco, con ayuda de los refuerzos, ir despertando la curiosidad innata de tu hijo. El niño que estudia porque quiere es un niño que tiene interés por aprender. No busca una recompensa en un regalo o solo sacar buenas calificaciones.
Conoce a tu hijo: Enlaza sus fortalezas e intereses con su motivación para estudiar
Las emociones están unidas a la motivación. Las personas aprendemos según las emociones que sentimos. Si estas son positivas nos motivarán a querer aprender más (6). Por lo tanto, utiliza las materias que mejor se le den para devolverle su motivación. Incluso sus aficiones se pueden enlazar con lo aprendido en la escuela.
Utiliza la motivación externa de manera correcta
Tal y como se ha observado antes, la motivación extrínseca tiene un periodo corto de efectividad. Al final, puede acabar con la motivación intrínseca. Además, los niños pueden perder su creatividad y su autonomía, llegando a sentirse controlados (5).
Según David Fischman se deben seguir las siguientes pautas (5):
- Habla con tu hijo y hazle ver que entiendes su dificultad. Los estudios no son siempre divertidos.
- Es esencial que el niño entienda la relevancia de completar sus estudios. Su educación es muy valiosa en su vida.
- Fomenta su autonomía, siempre que sea posible. Cread entre ambos la mejor estrategia para que consiga realizar sus tareas.
- Evitar que el estímulo no sea visto como un elemento controlador de sus actos. Tiene que servirle de motivación, sin que sea su única meta (aunque al principio, sea una la principal).
- Las recompensas son más eficaces si son inmateriales. Como ir a ver una película al cine, una excursión, ver el partido de su equipo favorito. De este modo, se vive una experiencia relacionada con emociones positivas. A su vez, se relacionarán durante más tiempo estas emociones con el esfuerzo en el estudio.
No lo olvides, el refuerzo positivo es la mejor motivación para tus hijos
Los niños que han empezado a reprobar pueden ver afectada su autoestima. Observar que no eres capaz de llegar al nivel esperado, te hace sentir inferior. Sin embargo, si te sientes apoyado y ves que tus padres confían en tus capacidades, te motiva a estudiar. A intentarlo. Y si se intenta y se consigue, las emociones placenteras ayudan a seguir.
Los elogios y los reconocimientos de los logros refuerzan las emociones positivas.
Y aumentan también la valoración personal de uno mismo. Al aumentar la autoestima, también lo hace la seguridad. Puede incluso empezar a desarrollar la motivación intrínseca (6). Se ve capaz.
Buscar razones para estudiar ayuda a la motivación
Cuando tu hijo no quiere estudiar, es posible que no encuentre un sentido para hacerlo. Seguramente, sabe por qué tiene que estudiar: es su obligación. Para fomentar su motivación, debe entender para qué estudia (5). Debe encontrar la razón para sentirse útil.
Asimismo, dejar que la vida vaya pasando es una de las causas de la desmotivación (7). Sin embargo, cuando se toma el control de nuestras vidas, se incrementa la motivación. Haz que tu hijo sea el protagonista de la suya. El responsable de sus actos y de su proyecto vital.
"Cuando todo parezca ir en contra, recuerda: los aviones despegan contra el viento, no a favor de este."
Hazte la pregunta de oro: ¿los castigos motivan para estudiar?
Los castigos pueden tener un efecto en el corto plazo: tu hijo estudia para evitarlos. No obstante, con el tiempo pierden su efectividad. Igualmente, los castigos físicos o humillantes pueden tener consecuencias negativas en la vida de nuestros hijos (5).
Es más recomendable que haya consecuencias a los actos de nuestros hijos. Probablemente, si entienden que sus decisiones tienen consecuencias (“como no he estudiado suficiente, el fin de semana no podré salir”), entenderán mejor sus responsabilidades.
Establecer metas para los hijos que no quieren estudiar
Está probado que cuando tenemos una meta a la que llegar, nuestros esfuerzos son más eficientes para conseguirlas (5). Se recomienda que haya metas en el corto y en el largo plazo.
Al principio, las metas deben ser pequeñas, fáciles de alcanzar. De este modo, se activa la motivación en los chicos. Progresivamente, se debe incrementar su dificultad. De otra manera, la motivación puede decaer al no verse la meta como un reto en el que esforzarse.
Dos ingredientes esenciales para motivar a tu hijo a estudiar: disciplina y perseverancia
La disciplina les va a ayudar a ponerse a estudiar (8). Cuando se organiza el estudio de forma disciplinada, el esfuerzo suele ser menor. Por lo tanto, la disciplina va a suponer:
- Planificar la sesión de estudio con los materiales necesarios.
- Adecuar el espacio de trabajo.
- Evitar las distracciones.
- Descansar de vez en cuando.
- No procrastinar. El tiempo de estudio, es tiempo de estudio. Después, se puede dedicar a la actividad que prefiera. Por ello, no se debe aplazar el momento del estudio.
Respecto a la perseverancia, nuestros hijos deben entender que los estudios son una carrera de fondo. A veces, son una carrera de obstáculos. Nadie les puede prometer que será fácil, aunque tampoco es imposible. Por ello, es necesario esfuerzo y perseverancia (7). ¡Qué no se desanimen frente al primer contratiempo! Seguro que con trabajo, consiguen superarlo.
Haz equipo con sus profesores para motivar a tu hijo
La escuela también puede ser una fuente de desmotivación (4, 6, ). De hecho, es un problema al que los maestros tienen que enfrentarse a diario. Por lo tanto, hablar con sus profesores es una idea que no se debe descartar. Juntos se pueden encontrar nuevas formas de impulsar su motivación para estudiar.
De este modo, tu hijo recibirá estímulos para estudiar en casa y en la escuela. Lo cual, sin duda, ayudará a conseguir que su motivación por los estudios aumente. Como dice un dicho africano: “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”.
Resumen
Cuando tu hijo se niega a estudiar, está pasando una etapa de su ciclo vital. Al crecer, se enfrenta a preguntas sobre el porqué de su vida. Se puede sentir confundido y perder la motivación por los estudios. Por ello, es importante saber por qué ha perdido el interés. Habla con él y busca los motivos.
Una vez encontrada la causa, es el momento de generar motivación. Tu hijo debería sentir la necesidad de aprender. Para desarrollarla, usa los consejos de este artículo que mejor se adapten a tu familia. Para implicar a sus profesores en su motivación, utiliza la aplicación de educalink. Podrás estar siempre informado.
Esperamos que este artículo sea de utilidad y la motivación de tu hijo se vea reforzada. Si es así, por favor, compártelo con otros padres que lo puedan necesitar. Si tienes cualquier duda, déjanos tus comentarios más abajo. ¡Muchas gracias por tu tiempo!
(Fuente de la imagen destacada: Pixabay: 459971/ pexels)
References (8)
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Artículo científico
Navarro E. , Tomás J.M. , Oliver A. Factores personales, familiares y académicos en niños y adolescentes con baja autoestima. Boletín de Psicología, No. 88, Noviembre 2006, 7-25
Link -
Meta-análisis
Amato PR. Children of divorce in the 1990s: an update of the Amato and Keith (1991) meta-analysis. J Fam Psychol. 2001 Sep;15(3):355-70. doi: 10.1037//0893-3200.15.3.355
Link -
Tesis
Barría Bustamante P, Matus Cartagena C, Mercado Yañez D, Mora Reyes C. BULLYING Y RENDIMIENTO ESCOLAR. UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO, FACULTAD DE EDUCACIÓN. 2004.
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Trabajo Fin de Grado
Felipe Serrano, M. Aportaciones frente a la desmotivación escolar en el nivel de primaria a través del modelo MOCSE. Universitat Jaume I. 2017
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Libro
Fischman, D. Motivación 360º. Como incrementarla en la vida y en la empresa. Lima: Editorial Planeta Perú, S.A. 2014
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Artículo científico
Elizondo Moreno A, Rodríguez Rodríguez JV, Rodríguez Rodríguez I. La importancia de la emoción en el aprendizaje: Propuestas para mejorar la motivación de los estudiantes. Cuaderno de pedagogía universitaria [Internet]. 2018;15(29):3 - 11.
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Tesis
Gallardo Meléndez, Q. La desmotivación escolar. Universidad Nacional de Tumbes, Facultad de Ciencias Sociales. 2019
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Libro
Sergio Cortella M. Familia: Urgencias y turbulencias. Narcea, S.A. de Ediciones; 2018.
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