En ocasiones, el aprendizaje en la escuela puede resultar duro para nuestros hijos. Además, las bajas calificaciones podrían ser resultado de otros problemas internos que debemos identificar para poder ayudarles.

Por ello, el apoyo que reciban desde casa puede ser fundamental para aumentar su motivación y dedicación. En esta guía, te daremos unas pautas muy sencillas para ayudarte a enfocar a tu hijo en el estudio y a mejorar sus notas. ¡Te lo contamos todo a continuación!

Lo fundamental

• Las bajas calificaciones pueden deberse a problemas de madurez, desmotivación o dificultades de aprendizaje. También debido a emociones provocadas por causas externas. Por ello, es importante identificar el problema antes de comenzar con las pautas.
• Explicar a tu hijo la importancia del estudio, dedicarle un espacio para ello y ejecutar un plan de estudios diario puede ayudarle a adquirir una rutina y mejorar su rendimiento. Conocer su estilo de aprendizaje también te ayudará a aplicar técnicas más eficientes para su enseñanza.
• La motivación es esencial para el aprendizaje. Utiliza todos los recursos a tu alcance. Por ejemplo, el refuerzo positivo, diferentes juegos y actividades o el fomento de la lectura.

10 consejos para ayudar a tu hijo a mejorar sus calificaciones

Si tu hijo necesita mejorar en la escuela, no te preocupes. Con los siguientes consejos, puedes fomentar que mejore en sus resultados académicos. A continuación, te explicaremos los pasos más efectivos para que, desde casa, le puedas brindar la ayuda necesaria.

Lee con tu hijo en voz alta y motívale a divertirse leyendo. (Fuente: Kivaka: 1741231/pexels.com)

Identifica por qué saca malas calificaciones

Antes de empezar a utilizar técnicas de ayuda para tu pequeño, es fundamental identificar el problema. El rendimiento académico va estrechamente ligado tanto a las capacidades del niño, como a sus emociones y a su autoestima (1).

A veces existe un conflicto interno, otras es una forma de llamar la atención. También puede que simplemente estén desmotivados. Por esta razón, identificar la causa de las bajas calificaciones nos ayudará a encontrar la solución más apropiada. Para ello, es recomendable seguir dos pasos:

• Hablar con el tutor: Es importante conocer el comportamiento, la actitud y el trabajo de nuestro hijo en clase. De este modo, el profesional puede indicarnos el origen del problema y darnos pautas a seguir.
• Una comunicación activa y efectiva con nuestro hijo: Este punto es esencial. Debemos evitar las críticas o reproches, ser cariñosos y saber cómo piensan y cómo se sienten ellos.

Explícale la importancia del estudio

Siguiendo con el punto anterior, debemos explicar al niño/a la relevancia de la educación y de esforzarse para sacar buenas calificaciones. En definitiva, ayudarles a ser conscientes de la importancia de conocer cosas sobre el mundo, los seres vivos y cómo funcionan. Asimismo, debemos demostrarle nuestra confianza en él y en sus posibilidades. De este modo, contribuiremos al Efecto Pigmalión de forma positiva.

En el rendimiento escolar intervienen muchas variables externas. Una de ellas es la expectativa o etiqueta, a la cual se le denomina: “Efecto Pigmalión”.

Así, las expectativas que los demás tienen sobre nosotros tienden a cumplirse. Es debido a que son reforzadas con etiquetas, actitudes, opiniones y expectativas. Estas pueden provocar actitudes positivas, un mejor aprendizaje y un rendimiento aceptable, si se habla de un efecto Pigmalión positivo. En caso contrario, si se habla de un efecto Pigmalión negativo (2), produce actitudes negativas, como un bajo rendimiento escolar.

Recuerda que el lugar de estudio de tu hijo debe ser luminoso y confortable para fomentar su interés. (Fuente: White77: 286240/pixabay)

Proporciona a tu hijo un lugar de estudio

Prepara un lugar especial para estudiar dónde el pequeño tenga todo el material necesario. Según el Método Montessori, el ambiente preparado para el niño favorece sus estímulos y su aprendizaje (3).

A continuación, vamos a darte 4 tips para crear un entorno favorable:

1. Elige un lugar luminoso: Escoge un sitio tranquilo donde tenga la luz apropiada para desempeñar sus tareas.
2. Adaptado a su concentración: Es conveniente que esté alejado de entretenimientos, como la televisión o el móvil. De esta forma, evitarás distracciones innecesarias y favorecerás su concentración.
3. El lugar debe ser cómodo: Relajante y adaptado a sus medidas. Si el sitio no es confortable, no permanecerá mucho tiempo en él.
4. Disponer del material necesario: Por ejemplo, rotuladores de colores, folios, diccionarios e instrumentos para facilitar el estudio.

Descubre el método de estudio más efectivo para tu hijo

Cada niño posee unas habilidades y un proceso de aprendizaje diferente. Por esta razón, enseñar a tu hijo a utilizar distintos métodos de estudio os ayudará a descubrir la mejor forma para él.

Subrayar, usar distintos colores, hacer esquemas, resúmenes o leer en voz alta son algunas de las técnicas de estudio más efectivas. No se trata solo de memorizar, sino también de entender y ordenar los conceptos.

Descubrir qué estilo de aprendizaje tiene tu hijo es primordial. Según el método VAK, hay tres tipos de aprendizaje en función del canal de percepción (4):

Ayúdale a organizar el tiempo de estudio

Realizar un plan de estudios es primordial para que tu hijo aprenda que hay tiempo para todo. Una rutina de estudio le enseñará a tener un hábito y facilitará su aprendizaje. Asimismo, los momentos de ocio y de descanso son fundamentales para la educación y el desarrollo.

Para hacértelo más fácil, vamos a darte 3 pautas a seguir para hacer un plan de estudio:

• Supervisa el tiempo de ocio: Debe haber tiempo para estudiar, para jugar y para descansar. Es muy importante respetar las horas de sueño para favorecer su aprendizaje y memoria (5).
• Alienta a tu hijo a ejecutar el plan de estudios: Debe aprender a ser responsable y a trabajar de forma autónoma.
• Incluye descansos durante las horas de estudio: Una pausa para la merienda puede ser un descanso corto y necesario para mejorar su atención.

Te aconsejamos que comiences acompañando a tu hijo en los ratos de estudio. Es conveniente solo ayudarle en los momentos de verdadera duda. Poco a poco, ve disminuyendo la supervisión hasta lograr una total autonomía.

Motiva a tu hijo a aprender

La motivación es un ingrediente imprescindible para los pequeños a la hora de estudiar. Habla con ellos y muéstrales pequeñas metas para un objetivo final. Valora sus victorias y desafíales a sacar buenas calificaciones.

Las excursiones a la naturaleza, los juegos, libros y puzzles pueden ayudar a tu hijo a despertar su interés por el estudio. Fuente: evgeny atamanenko: 100275307/ 123rf)

En este sentido, vincularlos con la materia en cuestión puede ser muy útil. Puedes hacerlo a través de juegos, mapas, dibujos y excursiones a la naturaleza, entre otros. Todas las formas de aprendizaje activo reforzarán su motivación y despertarán su interés.

Igualmente, enseña a tu hijo a ampliar la información, a plantearse dudas y a saber responderlas. Muéstrale cómo buscar en Internet, en una enciclopedia y a visitar la biblioteca.

Fomenta la lectura

La lectura es imprescindible para el aprendizaje. No solo para la fluidez, sino, sobre todo, para la comprensión lectora. Por eso, es conveniente rodear a nuestros hijos de libros que les resulten atractivos y que sean ellos mismos quienes los elijan. Convertir la lectura en una rutina diaria, les ayudará a mantener este hábito y a ampliar su conocimiento.

Solé, Isabel - Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona

"La competencia lectora se asienta sobre tres ejes: aprender a leer, leer para poder aprender (en cualquier ámbito académico o cotidiano a lo largo de toda nuestra vida) y aprender a disfrutar de la lectura. Todos los niños y jóvenes merecen la oportunidad de poder aprender a leer en este sentido amplio."

Recompensa el esfuerzo realizado

El reconocimiento de las victorias es muy motivante y vuelve atractivas las diferentes actividades de aprendizaje. Sin embargo, es conveniente no desviar la atención, concentración e interés del estudiante en una búsqueda ciega y exclusiva de aprobación y recompensas (6). Es debido a que ese refuerzo se torna ineficaz si la persona no ha sido privada de él durante algún tiempo (7).

Es importante mostrarles la forma de asumir los errores y saber aprender de ellos.

Ayuda a tu hijo a comprender los errores cometidos y sus causas. ¿Las bajas calificaciones se han debido a una falta de dedicación, de comprensión o a un descuido del momento? Entonces, enséñale a enmendar esos errores para que no los vuelva a cometer. Sé consciente de cómo se siente ante su victoria o fallo.

Llevar a cabo un plan de estudios diario ayudará a tu hijo a mantener las tareas al día y tener una constancia. (Fuente: Piacquadio: 3768122/ pexels)

Supervisa su tarea

Un aspecto que puede ayudarte a conocer los puntos débiles del aprendizaje de tu hijo es supervisar la tarea. De este modo, sabrás si ha realizado sus deberes y qué materias y ejercicios le resultan más complicados. Así, podrás explicarle las dudas que tenga o incluir alguna clase de refuerzo con un profesor especializado.

Además, esta actitud genera un vínculo con tu hijo, un tema en común y una evidencia de tu interés hacia sus actividades.

Enseña a tu hijo a hacer un examen

Es conveniente enseñar a tus hijos a afrontar un examen. Deben leer todas las preguntas con atención y empezar a responder aquellas que mejor se sepan o que más puntuación tengan. Así, si no les da tiempo a completar alguna pregunta, habrán completado las de mayor peso.

Asimismo, debes enseñarles a que lean varias veces el enunciado para responder a aquello que se les pregunta y relacionarlo con la materia estudiada. Puede ser muy útil preguntarles la lección en casa o hacer un “simulacro” de examen. De este modo, ayudarás a evitar que se pongan nerviosos y se queden en blanco en el momento de realizarlo.

Resumen

La labor que hacemos en casa con nuestros hijos es fundamental para optimizar su actitud ante su aprendizaje y mejorar sus calificaciones. Para esto, es importante mantener con ellos y sus tutores una comunicación activa y conocer sus dificultades y sentimientos. De este modo, podremos enfatizar más en el punto débil y aumentar su rendimiento en la escuela.

Recuerda que la motivación es un punto clave para los niños. Motívales con juegos, diversas actividades y mediante el refuerzo positivo. Además, supervisar sus tareas, ayudarles a aprender de sus errores y enseñarles a afrontar un examen, contribuirá a que saquen mejores calificaciones.

Si quieres profundizar sobre el tema, te recomendamos el artículo ¿Cómo fomentar el estudio en mis hijos?

(Fuente de la imagen destacada: choreograph: 52036829/ 123rf)