Hoy más que nunca, la comunidad educativa a nivel mundial es consciente de la necesidad de un desarrollo integral de las personas. Ya no es suficiente con que se imparta solo una educación racional, intelectual y académica. Para lograr este cambio, en las últimas décadas se ha venido brindando particular importancia a la educación emocional y la orientación psicopedagógica.

Este enfoque se centra en desarrollar lo que se ha denominado la “inteligencia emocional” de las personas, que va más allá de memorizar datos o resolver ecuaciones. En la vida diaria, los seres humanos constantemente requieren tomar decisiones, resolver problemas, conocerse y motivarse, comunicarse e interactuar con los demás. Esto también se puede y se debe enseñar. Veamos cómo.

Lo fundamental

• La educación emocional ha venido para quedarse. Cada vez con más fuerza se viene constituyendo en un componente indispensable para brindar una formación integral a las personas. Razón y emoción se refuerzan mutuamente y deben ir siempre de la mano.
• La orientación psicopedagógica constituye el marco ideal en el cual se aplica de manera efectiva la educación emocional. Esto permite impulsar adecuadamente el desarrollo de los individuos en sus diferentes aspectos: intelectual, académico, social, emocional, laboral, etc.
• El soporte que brinda la orientación psicopedagógica a la educación emocional, no solo se da en los ámbitos académicos, como el colegio o la universidad. Se extiende de manera positiva a otros contextos como la empresa y la comunidad. Y puede y debe darse durante toda la vida.

10 interrogantes sobre educación emocional y orientación psicopedagógica

Todos los agentes de la comunidad educativa, sean maestros, padres de familia y los propios alumnos, deben familiarizarse con estos conceptos y la manera de aplicarlos. También son de gran relevancia para el sector profesional y empresarial, así como para los programas comunitarios de prevención y desarrollo. Conozcámoslos en detalle.

1. ¿Qué es la educación emocional?

Antes que nada, la educación emocional es una innovación notable. Es un concepto al que podríamos denominar “revolucionario”, porque atiende aspectos no tomados en cuenta en la educación tradicional. Busca el desarrollo integral del educando y no solo la transmisión de conocimientos académicos.

De acuerdo a Bisquerra, “la educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitarlos para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social”.(1)

La educación emocional puede hacer la gran diferencia en la manera que los alumnos asuman no solo el proceso educativo, sino las diferentes circunstancias de la vida. (Fuente: jeswin-thomas: FIxxQDwpJ2g/ unsplash.com)

2. ¿Cuáles son los fundamentos de la educación emocional?

La educación emocional se sustenta en la necesidad de buscar el desarrollo integral de los seres humanos, en todas sus dimensiones. En un informe elaborado en 1997 por una comisión internacional presidida por Jacques Delors para la UNESCO, se establecen los 4 pilares fundamentales de la educación en el siglo XXI:(2)

1. Aprender a conocer. Adquirir a lo largo de la vida un conocimiento general lo suficientemente amplio, combinado con conocimientos específicos en determinadas materias. “Aprender a aprender” para facilitar este proceso y hacerlo permanente.
2. Aprender a hacer. Más que recibir calificaciones por determinadas materias, se trata de adquirir competencias. De esta manera, se busca que las personas enfrenten con éxito las diferentes situaciones que se presentarán a lo largo de su vida. Sea de modo individual o trabajando en equipo.
3. Aprender a convivir. Desarrollar comprensión, empatía, reconocimiento del otro, tolerancia y respeto. Tomar conciencia de las posibilidades de interdependencia, desarrollo de proyectos comunes y manejo de conflictos.
4. Aprender a ser. Buscar el autoconocimiento y desarrollo de la personalidad para actuar con independencia, criterio y responsabilidad. Las características únicas de cada individuo se deben potenciar para aprovechar al máximo todas sus posibilidades.

3. ¿Qué objetivos tiene la educación emocional?

La educación emocional busca complementar la educación tradicional, centrada únicamente en la transmisión de conocimientos. De esta manera, promueve una educación integral que permita el desarrollo de competencias en las personas.

Diversos especialistas en la materia han identificado 6 objetivos principales de la educación emocional:(3)

1. Conocimiento de las emociones. Para el efecto, se busca desarrollar la capacidad de observación, para el conocimiento de las propias emociones y las de los demás.
2. Regular las propias emociones. Mediante el desarrollo de habilidades específicas de manejo y control, para tener las respuestas adecuadas a diferentes circunstancias.
3. Prevenir los efectos de las emociones negativas. Capacidad de sobreponerse a las circunstancias y desarrollar habilidades para generar emociones positivas.
4. Desarrollar la habilidad de automotivarse. Cómo influir positivamente en el propio estado emocional, para sobreponerse a una circunstancia negativa o para impulsar a una acción.
5. Adoptar una actitud positiva ante la vida. Desarrollar la confianza en las propias capacidades y el optimismo en las diferentes circunstancias de la vida.
6. Aprender a gestionar los conflictos de forma positiva. Desarrollar habilidades de escucha, empatía, argumentación, negociación, etc.

4. ¿Cuáles son los requisitos para brindar una adecuada educación emocional?

Lo primero que debemos tener presente es que la educación emocional debe ser un proceso continuo y permanente, que acompañe a las personas a lo largo de su vida. Esto requiere brindar una capacitación adecuada a todos los agentes que intervienen en este proceso.

En ese sentido, en la etapa escolar y universitaria se debe involucrar activamente a los padres, profesores y los propios educandos. Y en los otros ámbitos de intervención, como el profesional y comunitario, deben participar las empresas y las autoridades. Capacitación y compromiso son claves para lograr resultados.

5. ¿A quiénes están dirigidos los programas de educación emocional?

A pesar de haberse desarrollado hace casi 30 años, la educación emocional es un concepto relativamente nuevo. Por ello, los programas deben dirigirse no solo a los educandos, sino a todos los agentes que intervienen en el proceso. Es fundamental capacitar a los maestros, tutores y padres de familia.

Con la adquisición de conocimientos y habilidades por parte de los formadores, se promueve el desarrollo de competencias emocionales en las personas a su cargo. Se busca formar individuos que contribuyan de manera positiva a su propio bienestar, el de su familia y su comunidad, previniendo conductas nocivas.

A modo de ejemplo, puedes ver aquí algunas actividades específicas para desarrollar la inteligencia emocional en los niños.

Una adecuada capacitación de los maestros es fundamental para brindar una efectiva educación emocional. (Fuente: taylor-wilcox: 4nKOEAQaTgA/ unsplash.com)

6. ¿Cuáles son las aplicaciones de la educación emocional?

Al tratarse de un proceso continuo y permanente, la educación emocional tiene un sinnúmero de aplicaciones a lo largo de la vida. Puede a la vez emplearse como un sistema de desarrollo de actitudes y conductas deseadas, como prevención de aquellas no deseadas y nocivas para el individuo o la sociedad.

Para aplicar adecuadamente un proceso de educación emocional, resulta fundamental conocer más acerca de la naturaleza de las emociones. Por ello, a continuación te presentamos una relación de las principales emociones que experimentan los seres humanos y las funciones específicas que cumple cada una de ellas:(4)

7. ¿En qué consiste la orientación psicopedagógica?

Se trata de un proceso de acompañamiento y ayuda permanente a las personas, sean educandos, adultos o profesionales. Tiene un carácter educativo, es decir, busca enseñar habilidades o herramientas, “para potenciar el desarrollo intelectual, social, emocional, académico y profesional de un individuo o grupo”.(5)

En esa línea, la orientación psicopedagógica brinda un marco amplio y da soporte a la educación emocional. Es la herramienta más adecuada para que este proceso adopte el modelo de ciclo de vida, en diferentes instancias, tanto académicas como profesionales y comunitarias.

8. ¿Cuál es el marco en el que se desarrolla la orientación psicopedagógica?

Rafael Bisquerra, una de las mayores autoridades en educación emocional a nivel mundial, ha elaborado un marco conceptual para la orientación psicopedagógica(6). Para ello, ha definido cuatro tipos de elementos: modelos, áreas, contextos y agentes.

En el siguiente cuadro podemos conocer en detalle cada uno de ellos:

9. ¿En qué contextos se debe brindar orientación psicopedagógica?

Los contextos en los cuales se brinda la orientación psicopedagógica, guardan relación con el sujeto al cual se pretende orientar. En el caso del sistema escolar, se orienta al alumno o estudiante. Al terminar el proceso educativo formal, se atiende al ciudadano a través de los medios comunitarios.

Otros ámbitos de intervención son las organizaciones empresariales, que orientan a los profesionales o empleados, en su calidad de miembros de la organización. Todo ello, mientras se mantenga el vínculo laboral con la empresa u organización.

10. ¿Qué rol desempeña la orientación psicopedagógica en la educación emocional?

Como ya lo hemos señalado anteriormente, la orientación psicopedagógica sirve de marco y soporte a la educación emocional, que es un tema puntual del área de prevención y desarrollo. Es una respuesta a las necesidades sociales que las materias académicas regulares no atienden.

Resumen

La educación emocional resulta fundamental para complementar la educación cognitiva. De esta manera se logra un desarrollo integral de las personas. Este proceso debe ser continuo y permanente, antes, durante y después de la etapa escolar y universitaria. Se fundamenta en el conocimiento de las emociones y la regulación de las mismas para promover conductas beneficiosas y prevenir las nocivas.

Para tener éxito en este empeño, la orientación psicopedagógica resulta fundamental. Esto requiere brindar una capacitación adecuada a todos los agentes que intervienen en este proceso. En la etapa escolar y universitaria, deben involucrarse los padres, profesores y los propios educandos. Y en el campo profesional y comunitario, deben participar las empresas y las autoridades.

(Fuente de la imagen destacada: Undrey: 105389121/ 123rf.com)