Cada vez son más las escuelas que están desarrollando actividades orientadas a la naturaleza. Los huertos escolares son una herramienta didáctica y de enseñanza para los más pequeños. Pero, ¿conoces los beneficios de un huerto escolar?

La concienciación sobre la naturaleza o el fomento del trabajo en equipo son una asignatura para muchos centros escolares. Usar los huertos escolares como actividad permite a los alumnos emplear este recurso como aprendizaje transversal. Si quieres conocer más sobre los huertos escolares, ¡sigue leyendo!

Lo fundamental

• Un huerto escolar es una herramienta de enseñanza para los alumnos. Fomenta valores como el respeto, solidaridad o trabajo en equipo.
• Los beneficios de un huerto escolar son muchos. No solo es un recurso didáctico, los niños aprenden a llevar una dieta más equilibrada y sana.
• Antes de crear un huerto escolar es necesario realizar una serie de pasos. Elegir el terreno donde se va a cultivar y conocer qué productos son los más adecuados para la época del año.

Lo que debes saber sobre el huerto escolar

Los huertos escolares se están poniendo muy de moda. Son pequeñas instalaciones en la que niños y niñas ayudados de los profesores cultivan todo tipo de frutas y hortalizas. Se fomentan ideas como el respeto por la naturaleza o la solidaridad entre compañeros.

Los huertos escolares se han convertido en una herramienta que fomenta valores como el respeto o la coordinación. (Fuente: tverdohlib: 138878707/ 123rf.com)

¿Qué es un huerto escolar?

Un huerto escolar, como su nombre indica, es un terreno que puede contar con diferentes superficies. En él, niños y niñas de la escuela cultivan y recolectan verduras, hortalizas, frutas o plantas aromáticas.

Los huertos escolares(2) son por tanto, una gran herramienta de aprendizaje y un recurso para los docentes. Permiten fomentar y trabajar diferentes habilidades. Y sobre todo, inculcar grandes valores mientras disfrutan.

Además, es una buena manera de desarrollar el trabajo en grupo, trabajando en conceptos de sociabilidad, cooperación y responsabilidad. Toma una gran importancia al estar involucrado el alumno en el total desarrollo del huerto escolar. Sin olvidar que habrá una mayor comunicación con sus compañeros lo que le permitirá una mayor integración social cuando sea adulto.

En otras palabras, la importancia del huerto escolar no solo está ligada a una experiencia relacionada con lo que sembremos. También es una experiencia educativa (5) que permitirá al alumno contar con buenos valores y un mejor desarrollo en la educación diaria.

¿Cómo hacer un huerto escolar?

Lo principal y sobre todo lo más importante es explicarle a los alumnos la idea del huerto escolar. Además, de contar con las herramientas necesarias, elegir un buen terreno y conocer qué productos podemos sembrar. No será lo mismo si queremos cultivar en invierno que en primavera.

Así, para elegir el mejor terreno, puedes darte un recorrido por el centro educativo y establecer cuál es el mejor. No tiene porque ser de grandes dimensiones. Es mejor que se elija un sitio donde te asegures que el cultivo va a desarrollarse en condiciones óptimas.

Si por el contrario estas áreas no tienen la tierra adecuada para la siembra, no te preocupes. Puedes utilizar botes, macetas o recipientes de plásticos.

Aquí te resumimos los pasos que tienes que seguir:

• Limpieza del terreno: Elimina cualquier obstáculo como piedras y maleza. Tienes que asegurarte de que el terreno esté limpio y listo para cultivar.
• Labrar el terreno: La profundidad de la tierra tiene que ser de unos 20 centímetros. Además tendrás que removerla para que esté aireada.
• Fertilizar: Utiliza abono natural o desechos naturales.
• Haz un surco e introduce las semillas. Escoge la que se adapte a tu terreno y sobre todo a la estación del año. No olvides dejar un hueco entre ellas para que la planta pueda crecer bien.
• Riego: Al estar en el colegio, lo normal es estar por la mañana. En este caso, deberá regarse antes de que salga el sol.
• Protección: Para evitar que se estropee o alguien pueda pisarlo, es importante utilizar una valla para que nadie acceda. Puedes usar palos de madera por ejemplo.

Si hemos cultivado frutas, una vez que crezcan podremos comérnoslas o hacer mercadillos solidarios.

¿Qué aspectos debes tener en cuenta en un huerto escolar?

Antes de elegir el terreno, es importante tener en cuenta otros factores. Entre ellos:

• Agua disponible cerca del huerto escolar
• Acceso fácil para los alumnos
• Terreno con poca pendiente
• Vallado para evitar destrozos por personas ajenas al centro educativo

¿Qué se puede plantar en un huerto escolar?

Un factor importante es decidir qué tipo de cultivo se va a establecer. Tiene que ser adaptable a la zona, nutritivos y sobre todo resistente a todo tipo de enfermedades y plagas.

Existe una gran variedad de frutas, hortalizas, frutas o plantas aromáticas cuyo cultivo no requiere de grandes esfuerzos. Una manera para saber si estamos sembrando la planta adecuada es accediendo a un calendario de siembras.

Dependiendo de cada semilla y de cada planta, el método de siembra empleado será diferente. Así, las plantas que crezcan hasta un tamaño específico deberán agruparse y permanecer separadas de las otras que cuentan con características de crecimiento diferentes.

Hay plantas altas como el pepino, el tomate o la berenjena que deberán sembrarse juntas para evitar que den sombra a otras más pequeñas. Además, también tienen que agruparse por el tiempo que tardarán en cosecharse.

¿Qué materiales voy a necesitar para construir un huerto escolar?

Para crear un huerto escolar es imprescindible contar con buenos materiales. Podríamos empezar preguntándole a los alumnos que herramientas creen que son las que se usan para facilitar el trabajo.

Además de las semillas y los productos orgánicos, otros materiales importantes son:

Algunas de ellas son:

• Cumas: Para eliminar malezas
• Palas: Para mezclar el sustrato
• Tijeras de poder: Elimina las ramas y da forma al cultivo
• Regaderas y mangueras
• Guantes de jardinería
• Insecticidas, abonos, fertilizantes
• Varas
• Rastrillos y escobas: Para limpieza

¿Es el huerto escolar un instrumento educativo?

El huerto escolar es sin duda, un recurso educativo y transversal. Es importante el papel de los centros educativos para acercar al alumnado a experiencias relacionadas con el entorno natural. Además del desarrollo de actitudes y hábitos de cuidados teniendo en cuenta la responsabilidad del medio ambiente.

Con la creación del huerto escolar, el alumno se involucra en actividades sensibilizadoras y vivenciales. Una experiencia en la que se puede ir formando la identidad del niño. Además de involucrarlo en las relaciones con los demás compañeros. Una manera para que el alumnado obtenga una imagen positiva de sí mismo.

Además, es un recurso que fomenta el trabajo en equipo. Es necesaria la colaboración de los demás para mantener un huerto cuidado y bonito.

Algunos de los beneficios de un huerto escolar enfocados en el aprendizaje son:

• Conocimiento de la autonomía personal (sentidos, coordinación del movimiento corporal)
• Colaboración con los demás
• Descubrimiento del entorno
• Desarrollo del lenguaje y de las habilidades comunicativas
• Conocimiento sobre medidas, formas y representación en el espacio
• Desarrollo de la creatividad

Beneficios y ventajas de tener un huerto escolar

Contar con un huerto escolar en los centros educativos tiene muchas ventajas. Es una herramienta muy útil en la que los alumnos aprenden a valorar el entorno natural además de favorecer su aprendizaje vivencial (4).

A continuación, os mostramos algunos de los beneficios de un huerto escolar:

Los niños aprenderán sobre hábitos saludables. (Fuente:Wellington:id:790022/pixabay.com)

Potencia el trabajo en equipo

Los huertos escolares requieren trabajo y coordinación entre todos. Lo importante es que las tareas se repartan para así cubrir todas las labores que hay que realizar en el huerto. Es el trabajo en equipo una habilidad que aprenderán, además de valores como el respeto o la igualdad.

Al tener que desempeñar varias tareas, el alumnado necesitará de la ayuda mutua. Además, los profesores tienen un papel muy importante. Pueden ir observándolos como se desenvuelven solos y comienzan a desarrollar valores como la responsabilidad y la autonomía personal.

Es la buena organización la que dará el resultado de un huerto bien cuidado.

Responsabilidad

Como hemos nombrado anteriormente, cada niño puede asumir una responsabilidad con relación al huerto. O por el contrario, pueden otorgarse ciertas responsabilidades que se irán rotando con el tiempo. Cultivar sus propias hortalizas o frutas les proporcionará ilusión y aprendizaje.

Además aprenderán a tomar decisiones por sí mismos y actuar con relación a los acontecimientos.

Un huerto escolar promueve una conciencia de cuidado y respeto por el medio ambiente

Aprendizaje sobre los alimentos

Los huertos escolares no solo es un recurso educativo(1), también enseñan a los niños sobre alimentación. El alumnado podrá conocer las vitaminas que tiene cada fruta, qué alimentos son los más sanos o cómo se pueden elaborar comidas nutritivas.

Además, conocerán los productos que se tienen que cultivar dependiendo de la época del año. Pero no solo eso, también se fomenta la alimentación sana y equilibrada, ya que los niños estarán en contacto con muchos alimentos. Para un niño no hay nada más satisfactorio que probar un producto cosechado por él mismo.

¡Es el momento ideal para introducir esos buenos hábitos de alimentación (3)en su dieta diaria!

Estimula sus sentidos

Uno de los beneficios del huerto escolar es el desarrollo de las habilidades motrices. Los niños aprenden manipulando la tierra o tocando los instrumentos como las regaderas mientras se divierten. Pero eso no es todo, también mejoran sus sentidos gracias a los olores y al ver tanta variedad de formas y colores. Sin olvidar el sabor de cada fruta o verdura que prueben.

Así mismo también nos sirve para apoyarnos en la asignatura de las ciencias naturales. Pueden aplicar lo que ven en los libros de una manera real.

Sostenibilidad

Nos permite tomar conciencia sobre los desechos orgánicos y cómo podemos aprovecharlos para elaborar abono natural. Otra idea de enseñarles a los niños sobre la sostenibilidad es cultivar plantas pequeñas que sirvan de abono a otras.

Valor del esfuerzo

Por último, los huertos escolares inculcan el valor del esfuerzo a los niños. Además de adquirir el respeto al trabajo realizado por los agricultores.

Un niño se sentirá feliz al ver como su huerto va dando sus frutos. Y aprenderá que para conseguir esos resultados se requiere de mucho esfuerzo y dedicación.

Los niños aprenden valores como el esfuerzo y la dedicación para conseguir los objetivos. (Fuente: romrodinka: 108292737/ 123rf.com)

Resumen

Los huertos escolares se han convertido en una herramienta necesaria para el desarrollo de los niños. Ya son muchos los centros educativos que están implicados en estos proyectos para fomentar valores y habilidades a los más pequeños.

Cómo habéis comprobado es todo un recurso didáctico que promueve el aprendizaje de los alumnos. ¿A qué esperas para construir el tuyo para que tus niños y niñas disfruten mientras aprenden?

(Fuente de la imagen destacada: ArtMarie:id:509100520/ gettyimages.es)