¿Cómo castigar a mi hijo correctamente?


Como madres y padres no es un trabajo fácil castigar. Pero si te estás preguntando cómo castigar a tu hijo correctamente, es que te encuentras en el buen camino: en el del aprendizaje. No existe algo parecido a un progenitor perfecto, pero siempre es posible mejorar.

Te adelantamos que los castigos corporales no son ni correctos, ni eficaces. Sin embargo, existe un amplio abanico de recursos que padres y madres podemos utilizar para disciplinar a nuestros hijos. En esta guía compartiremos contigo las claves de una crianza eficaz y saludable.

Lo más importante

  • Castigar físicamente está completamente fuera de lugar. Esta práctica viola los derechos de los niños, recogidos en la Convención de los Derechos del Niño de 1989.
  • Para convertirte en una figura de autoridad a los ojos de tu hijo/a es importante que pases tiempo con él (o con ella). Asimismo, que muestres determinación, serenidad, cariño, pero sobre todo que sepas decir “no”.
  • Para una crianza eficaz y saludable es importante establecer normas, resaltar los comportamientos positivos, mantener una comunicación abierta, imponer sanciones “deseables” y dar una oportunidad a las consecuencias educativas sensatas.

Las claves de una crianza eficaz y saludable

A continuación, vamos a compartir una serie de recursos para aquellas personas que buscan una crianza saludable en sus hijos. Sigue leyendo para descubrir las claves.

madre con niña

La crianza de un niño o de una niña no es una tarea fácil, desde luego. Sin embargo, está en nuestras manos depurar nuestras técnicas. (Fuente: choreograph: 124256880/ 123rf.com)

Los castigos corporales

El castigo es uno de los recursos que utilizan los padres para disciplinar a sus hijos. Puede llevarse a cabo a través de la palabra, lo gestual, lo simbólico y/o la fuerza física (1). Mientras que el premio es lo que se obtiene por el cumplimiento de las normas, el castigo es la sanción que se recibe por incumplirlas (1). Sin embargo, este recurso no es el único que existe para disciplinar a los niños.

Aunque las formas de castigo corporal (como los golpes en las nalgas o en las extremidades) son prácticas cada vez menos presentes en nuestra sociedad, aún se siguen dando. Los padres y madres que recurren a este recurso probablemente carecen de la percepción necesaria para afrontar una situación tensa con sus hijos. Otros, confunden el respeto con el miedo (2).

Sea como sea, la dignidad de los niños tiene que ser protegida. Como padres, hay que acompañar a nuestros hijos en el desarrollo de su identidad, pero siempre respetando sus derechos. De acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño (1989), los castigos corporales, humillantes y degradantes “vulneran el derecho a la supervivencia porque van contra la integridad física y psicológica” de los niños (2).

La autoridad

Los padres son una figura de autoridad para sus hijos. Sin embargo, esta cualidad hay que adquirirla a través de la determinación, de la serenidad, de la entereza, de la flexibilidad, de la exigencia y del cariño (3). Además, es importante estar presente en la vida de los niños. Como decía el arquitecto italiano Leon Battista Alberti, “el mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día” (3).

También es muy importante saber decir “no” a los niños, incluso más que castigar. Hay que decirlo con convencimiento, no solo con las palabras, sino también con los actos. A la hora de hacerlo, de acuerdo con Guembe y Goñi (2013), se recomienda seguir las siguientes directrices:

  • Decirlo con voz clara y con convencimiento.
  • Mirar a los ojos.
  • Con seriedad, firmeza y serenidad.
  • Ignorar la insistencia del niño o de la niña.
  • Conseguir la unidad de los educadores.

La crianza positiva

Si bien los castigos pueden ser útiles en algunas ocasiones (aunque los corporales están fuera de lugar), es mucho más eficaz una crianza positiva. Esta consiste en establecer normas claras, no excesivas, que hayan sido previamente explicadas y acordadas con nuestros hijos e hijas. De esta forma, su cumplimiento es mucho más sencillo (2).

Además, es importante centrar nuestra atención en los comportamientos positivos de nuestros hijos, en vez de gastar toda nuestra energía en los negativos. Esto no solo ayudará a reducir los comportamientos no apropiados, sino que también mejorará la relación con nuestros hijos (2).

Otro factor imprescindible en la crianza positiva de los niños y de las niñas es la comunicación. Muchos padres olvidan escuchar a sus hijos y reflexionar con ellos sobre sus actos, tanto los positivos como los negativos (2). Poniendo en práctica estas medidas, la necesidad de castigar se verá reducida.

niños sujettos de las manos

Una crianza positiva se verá traducida en una relación más estrecha y saludable con tus hijos. (Fuente: jarmoluk / 1463 images: 2847508/ pixabay.com)

Las sanciones deseables

Algunas veces, la crianza positiva tiene que ir acompañada de sanciones. Por ejemplo, cuando el comportamiento negativo de nuestros hijos es muy grave o se ha repetido en múltiples ocasiones. En estos casos, es importante que los niños sepan qué sanciones van a ser impuestas y que las entiendan (2).

Tayeb SalehEscritor sudanés
“El que impone un castigo desproporcionado no corrige, solo se venga” [kb_citation id="4"]

Para que estas sanciones “deseables” sean lo más eficaces posible, tienen que cumplir con una serie de requisitos (2):

  1. Deben estar relacionadas con la norma incumplida y estar acordadas con el niño o la niña.
  2. No tienen que ser muy largas, pero sí que se tienen que cumplir hasta el final.
  3. A ser posible, tienen que ser reparadoras (deben permitir al niño o a la niña reparar el daño causado).
  4. Se tienen que imponer con serenidad. El objetivo de las sanciones es que los niños aprendan, no que los padres descarguen su desesperación.

Consecuencias educativas sensatas

Las consecuencias educativas sensatas (CES) son aquellas que se centran en educar a nuestros hijos y que han sido meditadas (3). Si, por ejemplo, nuestro hijo no quisiera comer, podríamos esperar a que, finalmente, le entrase el apetito. Asimismo, si está teniendo una rabieta, esperaremos a que pase. De esta forma, evitamos una lucha innecesaria para imponer nuestra voluntad (3).

Con los castigos, lo único que conseguimos es evitar las consecuencias naturales “para poner una solución rápida, pero no eficiente” (3).

padres con niña de la mano

El castigo corporal no es una opción porque vulnera los derechos de los niños y de las niñas. Sin embargo, existen otros recursos mucho más eficaces y saludables. (Fuente: Pexels / 9145 images: 1866868/ pixabay.com)

Resumen

La crianza de un niño o de una niña no es una tarea fácil, desde luego. Sin embargo, está en nuestras manos depurar nuestras técnicas y, así, llegar a ser mejores ejemplos. Para empezar, olvídate de los castigos corporales. Es importante acompañar a nuestros hijos en el desarrollo de su identidad, pero siempre respetando sus derechos.

Si lo que quieres es criar a tus hijos de forma eficaz y saludable, la fórmula ganadora pasa por establecer normas que los niños entiendan. Del mismo modo, resulta necesario resaltar los comportamientos positivos, mantener una comunicación abierta, imponer sanciones “deseables” y dar una oportunidad a las consecuencias educativas sensatas. Por último, recuerda que solo deberías castigar a tu hijo como último recurso.

(Fuente de la imagen destacada: lopolo: 158336414/ 123rf.com)

References (4)

  1. Artículo científico
    Olvarría J. Y todos querían ser (buenos) padres. 2001 [cited 2021Mar12]
    Link
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  2. Artículo científico
    Isaza Merchán L. Descubriendo la crianza positiva. 2011 [cited 2021Mar12]
    Link
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  3. Artículo científico
    Guembe P, Goñi C. Educar sin castigar: Qué hacer cuando mi hijo se porta mal. 2013 [cited 2021Mar12]
    Link
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  4. Artículo científico
    Moreno C, Jacquelyn T. Castigo paterno filial contra los niños y niñas de la I.E.P. “Mi mundo infantile”. 2014 [cited 2021Mar12]
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