Con la adolescencia, se empiezan a producir tanto cambios físicos como emocionales. Esto puede ser confuso e incómodo para el adolescente y su entorno. El adolescente comienza a sufrir transformaciones que le hacen ver que ya no es un niño. Sin embargo, tampoco es un adulto.

Es probable que empiece a sentirse incomprendido por los mayores y que esto provoque que se aleje de ellos. Algunas conductas que se pueden apreciar en los adolescentes son, entre otras, la rebeldía, la crisis de identidad, la fase negativa y la introspección. La falta de interés por el estudio también es habitual. Entonces, ¿cómo motivarlos a estudiar?

Lo fundamental

• Los adolescentes se enfrentan a una gran cantidad de cambios, tanto físicos como personales. Esto hace que se sientan frustrados ante la situación y puedan volverse más rebeldes de lo normal.
• Cuando un adolescente deja de estudiar o se empieza a plantear el dejar de hacerlo, es necesario encontrar el motivo por el que lo está haciendo. Por lo general, suele haber un origen para que se empiece a comportar de esta manera.
• Motivarlos para estudiar es una tarea posible, pero requiere de esfuerzo e implicación. Principalmente

Cómo motivar a los adolescentes a estudiar

Cuántas veces has escuchado: ¡Qué aburrimiento estudiar! ¡Esto no sirve para nada! ¡Quiero ser influencer! Detrás de cada una de estas frases, hay mucho más que la simple explicación de que a tu hijo no le interesa estudiar. Por ello, debes profundizar sobre el motivo de la falta de motivación para poder ofrecerle una solución que no sea “tienes que estudiar porque es tu obligación”.

A continuación, vamos a profundizar en las diferentes cuestiones a considerar a la hora de buscar la forma de motivar a un adolescente. Hay que determinar la causa para poder buscar una solución. Debemos comprobar si es falta de interés o de capacidades. También que sean conscientes de las oportunidades que pueden perder y ganar, en el presente y en el futuro, si continúan o no con sus estudios.

Las tecnologías también afectan de forma negativa en el estudio de los adolescentes. (Fuente: Pixabay: 159395/ Pexels.com)

¿Cuáles son las causas para que un adolescente quiera dejar de estudiar?

Sabes que hay diversas causas por las que un adolescente deja de estudiar. Pueden ser problemas económicos familiares, por lo que es necesario que el joven tenga que empezar a trabajar, así como embarazos o cambios de residencia.

Sin embargo, en este caso, el adolescente es el que no quiere estudiar, a pesar de que su entorno le apoya a hacerlo con éxito. Como hemos dicho, las razones por las que un adolescente quiere dejar de estudiar pueden ser muy variadas y deben ser detectadas. Es que, en algunas ocasiones, la propia familia que quiere ayudar puede ser la culpable de esta situación (2).

Hoy en día, las tecnologías tienen un papel importante en la vida de los adolescentes. Se ha creado un mundo virtual donde a través del teléfono pueden chatear, mandar audios, hacer videollamadas y ver contenido de gente de todo el mundo. Esto puede ser una gran fuente de atracción y distracción para los adolescentes. Sin embargo, al mismo tiempo, puede afectar de forma negativa en sus estudios. Es debido a que les puede parecer más interesante pasar tiempo con el teléfono que con los libros (3).

Los jóvenes a estas edades empiezan a necesitar independencia. Comienza a cobrar importancia la vida social y esto puede provocar que, al mismo tiempo, bajen su rendimiento escolar. También inician una etapa importante para su futuro y se empiezan a encontrar con sus propias limitaciones, lo que puede ser muy frustrante para ellos.

Cabe la posibilidad de que quieran dejar los estudios para no dar explicaciones sobre suspensiones, falta de horas de estudios o faltas a clase, entre otras, y así ser más independientes.

¿Cuáles son las consecuencias personales, académicas y familiares de no querer estudiar?

El hecho de que un adolescente decida dejar de estudiar, dará lugar a ciertas limitaciones en varios aspectos de la vida. Ellos deben ser conscientes y responsables de sus actos a la hora de tomar esta decisión. A continuación, encontrarás diferentes aspectos con los que se pueden encontrar en el futuro en el caso de dejar los estudios:

• Delincuencia por falta de recursos para poder subsistir.
• Dependencia económica, al no ser capaces de subsistir por sí mismos.
• Baja calidad de vida.
• Pueden entrar en depresión al darse cuenta de la falta de oportunidades laborales, precisamente por carencia de preparación.
• Falta de desarrollo de aptitudes y habilidades.
• Falta de capacidad para entender y obtener información básica (política, social, cultural, sexual y más).
• Miedo o fracaso a la hora de mantener relaciones sociales con personas que han estudiado y tienen una mayor preparación.
• Bajo desarrollo personal.
• Baja autoestima.

En estos casos, es muy importante la comunicación. Hay que hablar con ellos de forma que entiendan que es una base necesaria para su formación, tanto profesional como personal. Después podrán seguir sus estudios o hacer lo que les apasione, como puede ser la música o el cine.

¿Cómo identificar si es falta de interés o un problema de aprendizaje?

Es importante que sepas si hay falta de interés/motivación o se trata de falta de capacidad. No se puede tratar de igual forma ambos casos y requerirán de unas pautas u otras.

La falta de capacidad o problemas de aprendizaje, es algo que como padre no podrás solucionar con la motivación. Sería necesario que un profesional te aconsejara sobre qué pasos se han de seguir para que, poco a poco, mejore la situación.

Por el contrario, la falta de interés es más fácil de detectar. Habría que observar su rutina de estudio, ayudarles y así comprobar si tienen dificultades o simplemente quieren acabar rápido para hacer otras cosas de su interés. Sin embargo, si no está claro y el adolescente no se comunica compartiendo lo que le está pasando, sería útil acudir a un especialista que ayude a confirmar qué ocurre.

¿Cuáles son las motivaciones de los adolescentes?

La motivación hace que las personas lleven a cabo ciertas acciones para conseguir un objetivo. Para detectar las motivaciones de una persona, es necesario identificar sus puntos fuertes, encontrar sentido a lo que hace y reflexionar sobre lo que se quiere conseguir.

Los estudiantes quieren seguir estudiando por interés en lo que hacen, deseo de superación, obtener prestigio y conseguir independencia familiar y económica. Los adolescentes quieren lo mismo, pero la frustración ante tanto cambio, les hace cuestionarse sobre ellos mismo y el futuro, limitarse y tener miedo.

Tener un entorno familiar en el que la relación esté basada en la comprensión, la seguridad, el apoyo y, sobre todo, el respeto, facilitará la comunicación. Esto será vital a la hora de poder ayudarles a encontrar su motivación y evitar la deserción escolar.

Los adolescentes se frustran en muchas ocasiones al no ser conscientes de todas las opciones académicas de las que disponen. (Fuente: Andrea Piacquadio: 3807738/ Pexels.com)

¿Qué opciones se les puede ofrecer para que quieran formarse académicamente?

Los adolescentes se encuentran en una etapa de sus vidas en la que es muy probable que no sepan lo que quieren. Muchos de nosotros hemos pasado por esa situación: no saber qué te gusta o incluso pensar que nada te gusta y que no tienes una pasión. En la mayoría de los casos, no saben las diferentes opciones que se ofrecen para formarse académicamente.

Muchas personas ya adultas se arrepienten de no haber tenido la información necesaria cuando todavía era útil. Así, podrían haber podido elegir lo que realmente les gustaba o simplemente un camino diferente al que escogieron. Es muy importante que sean conscientes de que no todo es llegar a la Universidad, ya que hay muchas más opciones para formarse académicamente.

La primera opción sería la que ya conocemos: hacer Bachillerato y después la Universidad. Debes comentarle también que, una vez terminada la Universidad, está la opción de realizar un máster y poder especializarse en el campo que realmente le guste.

A continuación, podemos ver las diferentes opciones a las que el adolescente puede acudir en caso de querer formarse académicamente. Según la edad, podrá tomar un camino u otro, siempre y cuando cumpla los requisitos de acceso:

1. Puede inscribirse en una escuela de adultos para poder obtener el graduado en ESO.
2. Entre los 15 y 17 años, podrán acceder a la Formación Profesional Básica y posteriormente a los Ciclos Formativos de Grado Medio.

La formación profesional prepara a los adolescentes para una actividad laboral y los capacita para que la desempeñen correctamente. Una vez terminado el curso, deben realizar un periodo de formación y prácticas en una empresa.

1. Entre los 16 y 30 años, hay programas de garantía juvenil a los que podrán acceder. Así, mejorarán su formación y competencias profesionales de un sector en concreto.
2. Los mayores de 17 años, pueden prepararse para acceder a los Ciclos Formativos de Grado Medio.
3. Los mayores de 19 años, pueden prepararse para acceder a los ciclos Formativos de Grado superior.

Tienes que mostrarte comprensivo y entender que esta frustración es normal. Una persona profesional orientadora puede ayudar en estos casos a que el adolescente se decante por un camino u otro.

También le puedes proponer un año sabático al acabar Bachillerato. De esta manera, podrá descubrir con tiempo lo que realmente quiere estudiar. Al ser ya mayor de edad para entonces, le puedes plantear opciones como ir al extranjero y trabajar para conocer diferentes culturas y opiniones de gente de fuera de su entorno habitual. O trabajar como voluntario en algo que le llame la atención para ver si realmente le gusta.

Soluciones para motivar a los adolescentes a seguir con sus estudios

Es probable que, aún poniendo de tu parte, los adolescentes no lleguen a querer estudiar con la misma intensidad que querer salir con los amigos o pasar el rato frente al ordenador. Pero lo que sí es posible es que, gracias a sus padres o a la ayuda profesional, puedan descubrir las trabas que les están dificultando. Así como las oportunidades que pueden tener en el futuro y lo necesario que es terminar al menos los estudios obligatorios.

Es importante que los padres se involucren en el estudio de sus hijos. (Fuente: Andrea Piacquadio: 3769981/ Pexels.com)

Motivación por parte de los padres o tutores legales

Es normal que ante esta situación puedas sentirte perdido sin saber cómo actuar. A continuación, podrás encontrar las diferentes opciones que puedes llevar a cabo para motivar a un adolescente:

Es de gran importancia que estés involucrado con lo que ocurre en la institución donde estudia tu hijo. En muchas ocasiones, puede que nos desvinculemos de lo que sucede fuera de casa. De este modo, no somos conscientes de qué puede afectar al adolescente. Por ello, los padres debemos poner de nuestra parte e involucrarnos con lo que ocurra en la institución educativa para que puedan detectar cualquier anomalía:

• Es necesario que asistas a las reuniones de clase. No como falta de desconfianza, sino como apoyo hacia el adolescente.
• Infórmate sobre la escuela. Saber las normas para aplicarlas en casa sería una buena opción.
• Tener información sobre cuándo son los exámenes, eventos y actividades que van a realizar.

Por otro lado, en casa también hay muchas opciones para que tu hijo se sienta motivado y apoyado. Tienes que ser consciente de que los problemas familiares constantes pueden afectarle y provocar que disminuya su efectividad en clase. De no ser el caso, habría diferentes alternativas para ayudarle:

• Es necesario que disponga de un lugar de estudio tranquilo y sin distracciones. También con buena luz y cómodo para que se sienta a gusto.
• Puedes ayudarle a organizar los temarios. En algunas ocasiones, los padres tienen más facilidad para entender el temario. Si se lo cuentan con sus palabras a los hijos, les puede resultar mucho más fácil . Además, lo entenderán y no estudiarán solo para aprobar.
• Sería importante controlar que esté durmiendo lo suficiente y que acuda al colegio con un buen desayuno para poder rendir mejor.
• Controla que cumpla la asistencia a clase.
• Saca tiempo para hablar sobre la escuela. Muéstrale que tienes interés por saber lo que hace y por conocer a sus compañeros.
• Intenta comparar sus estudios con la vida diaria. En algunas ocasiones, es posible pasar la teoría que están estudiando a la vida real. Esto puede ayudar a los chicos a entender mejor y sentir más interés.
• Crea una rutina. Si todos los días, al llegar a casa, se pone a estudiar a una misma hora, se creará una rutina y le ayudará a cumplir sus obligaciones.
• Enséñale a hacer esquemas, tomar notas y realizar resúmenes. Siempre ayudando, sin hacerlo tú.

La última opción sería una falta de motivación que venga de él mismo, ya que es muy común en adolescentes. También puedes ayudarle de diferentes maneras a que se sienta mejor (5):

1. Háblale del futuro, oportunidades y opciones. Como hemos comentado, en muchas ocasiones tienen incertidumbre y miedo ante el futuro. Por eso, sería una buena idea hablar con tu hijo sobre las diferentes alternativas que tiene, lo que puede alcanzar si continúa sus estudios y guiarle un poco en el camino que le espera.
2. Metas y objetivos. Por lo general, nadie hace nada si no tiene un objetivo o una meta. Es por eso que una buena charla sobre cuál es la meta de tu hijo podría ayudarle a entender que es un camino necesario para lo que realmente quiere conseguir.
3. La comodidad hace personas débiles. Puede que no quiera estudiar porque lo tiene todo y no lo ve necesario. Hazle partícipe de las tareas de casa, asígnale responsabilidades que deba cumplir para salir o usar el teléfono. Es para que vea que no puede tener todo y que hay que ganarse las cosas también.
4. Vincula asignaturas con futuros proyectos o puestos de trabajo. Esta sería una buena opción para que vean la utilidad de lo que están estudiando y para lo que les puede servir en el futuro.
5. Hazle ver que estás abierto a cualquier opción, pero que también debe saber las consecuencias de no estudiar. Debes ser comprensivo, ya que todos hemos pasado por esa situación. Ayuda gratamente que le entiendas y apoyes, pero al mismo tiempo que les hagas ser consciente de la realidad y lo que puede ocurrir si deja los estudios.
6. Motívale hablándole del futuro. Puede que tu hijo sea un artista y haya nacido para el baile o la música. O puede que sea muy bueno jugando al fútbol. Hazle saber que le apoyas a que siga otros caminos, pero que es importante que termine primero su formación.

Es esencial el respeto, el apoyo y la naturalidad a la hora de hablar con ellos sobre estos temas. Hay que mostrarles que no tienen de qué preocuparse, que cuentan contigo y que pueden conseguirlo.

Motivación por parte de profesionales

La última opción sería acudir a ayuda profesional. Esta alternativa no quiere decir que no haya solución. Simplemente que es necesario que una persona formada para este tipo de cosas ayude al adolescente (1).

En caso de ser un problema de bullying o mala relación con los compañeros, habría que hablar con los profesionales del colegio para buscar una solución. No se recomienda el cambio de colegio en medio del curso, ya que lo podría afectar, pero sería una opción si fuese necesario (4).

Resumen

La realidad de ser padre de un adolescente conlleva la preocupación por cambios, amistades, educación, sexo y alcohol. Ante la rebeldía y distanciamiento, la situación puede llevar a la violencia, falta de respeto y autoritarismo por parte de los padres.

Sin embargo, es una etapa en la que hay que acudir al razonamiento, a la escucha activa, a la empatía y al diálogo, tanto para aspectos escolares como para el resto. Una buena relación con los hijos hará más fácil descubrir el motivo por el que ha perdido su motivación y al mismo tiempo, poder ayudarle a encontrar una solución. Recuerda que tú también fuiste adolescente y, a partir de tu experiencia, puedes actuar de la forma más conveniente.

(Fuente de la imagen destacada: Pixabay: 459971/ Pexels.com)