Ser padres es una experiencia maravillosa. No obstante, en el proceso de crianza nos encontramos con muchos desafíos. ¿Te sucede a menudo? No te preocupes. En este artículo especializado, te brindaremos 10 herramientas muy útiles y efectivas para criar a tus hijos de manera saludable y feliz.

Las pautas que te detallaremos más adelante te servirán de guía en este camino de aprendizaje mutuo con tus hijos. Sabemos que cada niño es diferente y que también influye la etapa de crecimiento que transite. Sin embargo, los consejos que te daremos a continuación pueden ser aplicados para distintas edades y personalidades.

Lo fundamental

• Las pautas de crianza son las normas para educar a los niños. Existen diferentes estilos o modelos de crianza. Cada uno de ellos está enfocado en determinados métodos pedagógicos.
• Hay ciertas herramientas sumamente útiles a la hora de criar a nuestros hijos. Son premisas esenciales que sirven como guía y apoyo en este maravilloso proceso de aprendizaje.
• Adapta cada pauta de crianza a tu realidad actual y a tu pensamiento particular. Lograrás aligerar las cargas y brindarles a tus hijos una educación más saludable, integral y feliz.

10 consejos para una crianza saludable

¿Qué son las pautas de crianza? Básicamente, son las normas o modelos para criar a los niños. Existen distintos tipos de crianza. Por ejemplo, el estilo autoritario, democrático, permisivo o pasivo. En Educalink (1), podrás encontrar artículos especializados sobre estilos de crianza y crianza positiva. Esta plataforma móvil, además, ofrece mucha información valiosa sobre otras temáticas educativas y pedagógicas.

En este artículo, nos centraremos en 10 herramientas clave para una crianza saludable. Estos tips te resultarán de gran utilidad en este desafiante y enriquecedor proceso. Así, lograrás un equilibrio entre tu paz mental y la felicidad de tus hijos. Sabemos que los cambios no se darán por arte de magia. Es un trabajo diario que requiere paciencia y compromiso. Pero estamos seguros de que las siguientes pautas harán mucho más ameno este tránsito. ¡Toma nota!

En este amoroso viaje repleto de vaivenes constantes, los padres debemos aprender a lidiar con nuestros propios miedos, inseguridades y defectos. (Fuente: yarruta: 115561353/ 123rf.com)

Pon sanos límites

Los límites son fundamentales. No tienes por qué ser un padre autoritario. Por el contrario, si estableces reglas firmes y claras a través del diálogo, le brindarás contención y apoyo a tus hijos. Los niños con falta de límites suelen ser dominantes, inseguros e inconformistas. No te sientas culpable. Si encuentras ese equilibrio entre firmeza y sensibilidad, educarás niños más seguros, confiados y empáticos. Estas cualidades se verán reflejadas en todas las áreas de su vida, tanto en la niñez como en la adolescencia y la edad adulta. Vale la pena, ¿verdad?

Sé flexible y empático

¿Te parece que este consejo es contradictorio con el anterior? En absoluto. Como mencionamos previamente, se trata de encontrar un equilibrio entre firmeza y empatía. Los niños criados con una educación autoritaria suelen ser inseguros y autoexigentes. La educación permisiva, por otra parte, fomenta comportamientos irresponsables, inmaduros y egoístas. ¿Entonces? Sé como el bambú: firme y flexible.

Ningún padre es perfecto. Ninguno. Debemos partir de esta premisa a la hora de educar a nuestros hijos. (Fuente: roman-samborskyi: 118004999/ 123rf.com)

Hazles saber que cuentan contigo

La familia es el pilar principal de los niños. Es su sostén y refugio. Por ello, resulta muy importante que le recuerdes todas las veces que puedas que cuentan contigo. A veces, damos por hecho que lo saben. No obstante, los niños necesitan tener la certeza de que sus padres estarán siempre a su lado. De esta manera, se sienten más seguros, confiados y protegidos. Los adolescentes también precisan nuestro apoyo, aunque no nos lo hagan saber o se muestren indiferentes.

Valora sus logros

Este punto está relacionado con el anterior. Muchas veces, solemos pensar que nuestros hijos saben que estamos orgullosos de ellos. Sin embargo, no siempre es así. Por lo general, les mencionamos más nuestra disconformidad con sus errores que nuestra felicidad por sus logros. Si les demuestras lo orgulloso que te sientes de sus avances (por más pequeños que sean) les ayudarás a ganar confianza, seguridad y fortaleza.

Los cambios no se darán por arte de magia. Es un trabajo diario que requiere paciencia y compromiso. (Fuente: fizkes: 116886861/ 123rf.com)

Enséñales el valor de las cosas simples

Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado. La tecnología es una gran aliada a la hora de facilitar nuestra vida. También contribuye a simplificar y a dinamizar el aprendizaje de los niños. No obstante, a los pequeños y adolescentes les genera una gran dependencia. Además, los aísla del mundo real.

Por ello, es importante que busques maneras de conectarlos con las cosas simples. Por ejemplo, la naturaleza, la cocina o las manualidades, entre otras. De este modo, encontrarás un espacio de conexión con tus hijos y los ayudarás a conocer otras formas de entretenimiento más terrenales.

Tus hijos no son una extensión tuya

Solemos pensar que nuestros hijos nos pertenecen. Sin embargo, son seres independientes con pensamientos, intereses y capacidades individuales. No cabe duda que queremos lo mejor para ellos. Sin embargo, en la búsqueda de su felicidad, no tenemos en cuenta sus propios deseos personales. Aliéntalos a seguir sus sueños, aunque no sean los tuyos. Ellos necesitan saber que los apoyarás en sus decisiones. Por supuesto, siempre y cuando no haya un riesgo latente.

Sabemos que cada niño es diferente y que también influye la etapa de crecimiento que transite. (Fuente: rawpixel: 46949851/ 123rf.com)

Hazte un tiempo para ellos

Es verdad que lo más importante no es la cantidad de tiempo sino la calidad del mismo. Sin embargo, entre tantas ocupaciones diarias, no solemos tener mucha disponibilidad para nuestros hijos.

Trata de hacerte pequeños espacios para ellos. Úsalos para compartir actividades que los conecten y que puedan disfrutar juntos. Ambos guardarán estas experiencias como recuerdos imborrables, ¡créelo!

Educa con el ejemplo

Los niños aprenden en función de lo que escuchan, por supuesto. Pero, principalmente, copian lo que ven. Un buen ejemplo de ello es cuando son muy pequeños y nos imitan constantemente. Por ello, resulta fundamental que seamos coherentes con nuestras palabras. De nada sirve hablarles de respeto y luego tener conductas agresivas hacia ellos u otras personas. Sabemos que no es fácil. Resulta una práctica de por vida de la que nadie está exento.

Existen distintos tipos de crianza. Por ejemplo, el estilo autoritario, democrático, permisivo o pasivo. (Fuente: fizkes: 89775760 / 123rf.com)

Acepta tus limitaciones

Ningún padre es perfecto. Ninguno. Debemos partir de esta premisa a la hora de educar a nuestros hijos. Está muy bien que tratemos de ser cada vez mejores, pero debemos entender que siempre cometeremos errores.

En esta aventura de ser padres, crecemos y aprendemos a la par de nuestros hijos. Somos sus maestros y, al mismo tiempo, sus aprendices. Por ello, no debes culparte por tus fallas. Lo importante es que aprendas de ellas. Y que tu motor de acción sea siempre el amor.

Pide ayuda

Volviendo al punto anterior, es fundamental que alivianes toda la carga que recae en ti. Un solo padre no puede con todo. Tenemos una palabra mágica para obsequiarte: delega. ¿Difícil? En la práctica, es menos complicado de lo que parece. Reparte las tareas y pide ayuda siempre que la necesites. Si no sabes cómo abordar determinadas situaciones con tus hijos (¡a todos nos sucede!) recurre a consejos especializados. Puede ser un pediatra o un terapeuta. También puedes optar por técnicas holísticas (yoga, meditación, flores de Bach) o libros de pedagogía.

Como te comentábamos previamente, hay plataformas educativas, como Educalink, que te ayudarán en la organización y en el enfoque educativo. Esta app también te brindará información útil sobre temas escolares y pedagógicos.

Resumen

“El rol como padres requiere de permanente reflexión sobre diversos aspectos. Por ejemplo, los límites, la responsabilidad, la autoridad, la tolerancia a la frustración y la asertividad”.

En este amoroso viaje repleto de vaivenes constantes, los padres debemos aprender a lidiar con nuestros propios miedos, inseguridades y defectos. Como mencionábamos antes, lo más importante es impulsar nuestro rol desde el amor profundo hacia nuestros hijos.

(Fuente de la imagen destacada: Tamara Bellis: UfETna4IUuY/ unsplash.com)