Los problemas más comunes de los niños en la escuela
Es habitual que los niños presenten diversos problemas en la escuela. Estos pueden tener diferentes causas y soluciones. Si tu hijo manifiesta ciertas conductas escolares que te generan alarma, lee con atención este artículo.
Te hablaremos del origen de dichos comportamientos y de su posible solución.
Contenido
Lo fundamental
- Los problemas escolares pueden ser diversos. Entre los más habituales, se encuentran los problemas de aprendizaje, falta de atención, conductas disruptivas, falta de respeto a los maestros, dificultad para hacer amigos y aislamiento social.
- Dichos problemas pueden tener diferentes causas. Normalmente, estas suelen estar relacionadas con el ámbito familiar o académico. También hay ciertas patologías asociadas.
- Es fundamental abordar esta problemática de manera conjunta entre padres, docentes y profesionales de la salud (en caso que fuera necesario). De esta manera, los resultados serán mucho más efectivos.
Los siete problemas más frecuentes en la escuela
Los problemas escolares de los niños deben abordarse de manera conjunta entre padres y docentes. Normalmente, el hogar y la escuela están muy ligados entre sí. Es decir, lo que sucede en un lugar casi siempre repercute en el otro. Por lo tanto, es muy importante que la solución a los conflictos escolares sea pensada y ejercida tanto desde el ámbito educativo como familiar. A continuación, desarrollaremos los siete problemas más habituales en el colegio:
Problemas de aprendizaje
Los problemas de aprendizaje suelen tener diversas causas. Entre ellas, podemos mencionar:
- Dislexia: dificultad para leer, ya que el cerebro invierte el orden de las palabras.
- Disgrafía: dificultad para escribir, como resultado de la dislexia.
- Discalculia: dificultad para realizar cálculos matemáticos básicos o discapacidad de la memoria y procesamiento auditivo (dificultad para comprender y recordar palabras y sonidos).
Los problemas de aprendizaje también pueden estar relacionados con un leve retraso intelectual o madurativo. Estas patologías suelen ser crónicas. Sin embargo, pueden tratarse de manera exitosa. Para mejorar la dislexia y disgrafía, es fundamental el ejercicio de la lectura y escritura. La práctica constante hará que tu niño mejore significativamente en estas áreas.
Busca textos cuyo contenido le resulte interesante. Destaca cada uno de sus logros y motívalo a seguir avanzado. El factor emocional es clave. La dicalculia se suele tratar con juegos y acertijos matemáticos simples. A medida que tu niño los vaya resolviendo, podrás ir aumentando la complejidad de los mismos.
En cuanto a la discapacidad de la memoria y procesamiento auditivo, los audios y videos pueden ser una excelente alternativa de ayuda. Los niños están muy familiarizados con ellos. Si el problema de aprendizaje se debe a un retraso intelectual o madurativo, deberás integrar todo lo anterior en función de la problemática específica de tu hijo. Y de su capacidad de comprensión.
Recuerda que todas estas patologías (y cualquier otra) deben ser abordadas también desde el ámbito escolar con un plan de estudio adaptado a las necesidades de tu hijo. Educalink es una app muy útil para organizar un enfoque educativo acorde a las necesidades del niño. Por otra parte, en la mayoría de los casos, también resulta necesario un apoyo terapéutico.
En su libro “Manual de dificultades del aprendizaje”, el psicólogo Jesús Nicasio García resalta la importancia de conocer a fondo la discapacidad del niño, ser paciente con él y centrarse en sus fortalezas. También destaca el trabajo conjunto con los maestros y el diálogo con otros padres que atraviesan la misma situación .
Este último aspecto es muy relevante. Intercambiar información, consejos y experiencias con otros padres que vivan una situación similar con sus hijos te será de gran ayuda. Tanto desde la contención y acompañamiento emocional como desde el conocimiento académico.
Falta de atención
Hay niños dispersos o distraídos, es verdad. No obstante, cuando esta falta de atención es muy acentuada, las causas podrían estar relacionadas con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDHA). Sus síntomas principales son falta de atención y conducta hiperactiva-impulsiva.
Se puede presentar solo uno de estos comportamientos o ambos de manera combinada. Las causas suelen ser genéticas o ambientales y podrían tratarse con fármacos cuando se presentan de manera aguda. También puedes recurrir a actividades que le permitan a tu hijo relajarse y enfocar su atención.
El yoga y el mindfulness, por ejemplo, son opciones holísticas muy eficaces. Un estudio de la prestigiosa Agencia Canadiense de Medicamentos y Tecnologías en Salud (CADTH) revela que estas técnicas resultan sumamente beneficiosas para los niños con TDHA . Entre sus ventajas:
- Incrementan la concentración
- Relajan la mente
- Permiten un mayor control de las emociones
- Aumentan la autoestima y mejoran la relación con el entorno.
Conductas disruptivas
Nos referimos al incumplimiento de normas, falta de respeto y desobediencia, entre otros. Estas conductas pueden deberse a distintos factores. Por ello, es importante que detectes primero las causas para poder abordar la problemática de manera efectiva.
¿Tu hijo siempre tuvo este tipo de comportamientos? ¿La edad podría ser un factor determinante? ¿Padece enfermedades que puedan propiciar el desarrollo de dichas conductas?
Estas preguntas te servirán de guía referencial. En el caso que las conductas disruptivas sean relativamente nuevas, la razón podría deberse a problemas de índole familiar o educativa. ¿Ocurrió algún hecho en el seno familiar que haya podido generar estos comportamientos?
Trata de asociar cronológicamente los cambios de conducta con acontecimientos familiares. Las causas también podrían estar relacionadas con el colegio. ¿Cómo es la relación con los maestros y compañeros? ¿Ha habido cambios en relación con estos vínculos? Profundizaremos más adelante. Por otra parte, la adolescencia es una etapa en la que este tipo de comportamientos son bastante usuales.
Sin embargo, aun así, los jóvenes suelen respetar ciertos límites en determinados ámbitos. ¿Tu hijo puede cumplirlos? También existen ciertas enfermedades que podrían estar relacionadas. Por ejemplo, TDHA o Asperger (síndrome que se incluye dentro del espectro autista y que afecta la interacción social y la comunicación verbal y no verbal, generando inflexibilidad y resistencia al cambio).
“Cuando un niño realiza conductas disruptivas en el aula o en cualquier otro lugar, hemos de conocer el motivo, analizar las conductas y entablar conversaciones teniendo en cuenta el aspecto social, madurativo y académico en el que se encuentre”, sostiene el terapeuta Miguel Martín.
Falta de respeto a los maestros
Este apartado está conectado con el anterior. Deberás evaluar todos los aspectos antes mencionados y hacerte otra pregunta clave: ¿La falta de respeto es con todos los maestros o con alguno en especial? Este aspecto resulta muy importante para identificar si la falta de respeto es generalizada o está focalizada en una persona en concreto.
En cualquiera de los dos casos es injustificable, por supuesto. Pero detectar la diferencia te permitirá encontrar una solución al problema. Tienes que hablar con los maestros involucrados (o el maestro, si es solo uno) para profundizar en las causas y en el abordaje de este comportamiento.
Dificultad para hacer amigos
Muchos niños tienen dificultades para hacer amigos debido a su personalidad introvertida. No obstante, las causas también pueden estar asociadas al bullying. “El bullying o acoso escolar tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico de los niños. Especialmente, si esa violencia se repite en el tiempo o es severa”, informa Save the Children, una organización internacional sin fines de lucro que trabaja sobre estas problemáticas.
Trata de hablar con tu hijo sin forzarlo. Bríndale tu apoyo y contención. Busca ayuda terapéutica y, por supuesto, reúnete con maestros y padres de los alumnos acosadores. No debes pelear, sino poner límites claros a esta situación. Ten en cuenta que, en muchos casos, los niños que acosan también son acosados de diferentes modos.
Este aspecto puede estar directamente relacionado con el apartado anterior. Sin embargo, también podría deberse a enfermedades vinculadas con el autismo. Este puede presentarse de manera leve o aguda. En el primer caso, muchas veces resulta difícil de detectar. “El trastorno del espectro autista es una enfermedad neurológica que afecta la manera en que la persona percibe y socializa con otros individuos, lo que causa problemas en la interacción y comunicación”.
Busca ayuda de un profesional capacitado y evalúa un plan de contención junto a los profesores. Educalik te será de gran ayuda. Estimula a tu hijo de manera lúdica. En muchos casos, estos niños tienen habilidades muy desarrolladas para ciertos temas (sobre todo, para las matemáticas).
Resumen
Como habrás visto a lo largo de este artículo, los problemas de los niños en la escuela pueden estar asociados a diferentes causas. Por lo tanto, es fundamental que detectes el origen del conflicto y que lo abordes de manera personalizada en conjunto con docentes, terapeutas y médicos (en caso que fuera necesario).
Es importante que no cargues sobre tus espaldas toda la responsabilidad. Busca contención para tu hijo y para ti. Solo de esta manera podrás ayudarlo. Resulta fundamental el trabajo grupal. Cada uno debe actuar y cooperar desde su rol para lograr buenos resultados. Actualmente, hay muchas técnicas efectivas. Investiga y, ¡no te des por vencido!
(Fuente de la imagen destacada: racorn: 30785996/ 123rf.com)
Referencias
Artículo de clínica médica
Mayo Clinic (1889). Trastorno del espectro autista.
Disponible: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases- conditions/autism-spectrum-disorder/symptoms-causes/syc-20352928#:~:text=El%20trastorno%20del%20espectro%20autista,interacci%C3%B3n%20social%20y%20la%20comunicaci%C3%B3n
+ No hay comentarios
Añade el tuyo.